Homenaje al punto de la "i".

En el vídeo que cuelgo a continuación, podemos ver una increíble composición del diseñador gráfico Miguel Endara. En ella ha retratado a su padre empleando solamente un rotulador como los que cualquiera de nosotros habremos empleado alguna vez en AFO o cualquier otra asignatura gráfica de la carrera.

No es un ejemplo como aquellos que vimos en clase en el cual mediante puntos de colores primarios, artistas del siglo XIX como Georges Seurat o Paul Signac lograban engañar a nuestra retina de forma que dichos colores se mezclaban y los veíamos como la mezcla de los colores de los puntos contiguos, pero si os metéis en su web: http://www.miguelendara.com/, vais a sorprenderos con el nivel de detalle al que llegan estas más de 200 horas poniendo puntos. Si bien no nos engaña a la hora de percibir los colores, si lo hace a la hora de entender las formas.

Al reflexionar sobre lo que consigue empleando esta técnica Miguel Endara, no puedo dejar de pensar en la fotografía, ya sea analógica o digital que como bien sabéis está compuesta por diminutos círculos o pixels respectivamente por decirlo de alguna forma. Si cogiéramos una lupa y observásemos detenidamente una fotografía analógica, veríamos como esta se compone por puntos (y no por cuadrados como pasa con la fotografía digital) y que entre dichos puntos existen espacios. Naturalmente esto es imperceptible al ojo humano cuando estamos frente a una foto.

No es que quiera empezar a escribir sobre diferencias entre fotografía analógica o digital, es solo una curiosidad que quiero añadir en esta entrada... por muy tupido que veamos el oscuro telón que nos separa de aquello que queremos ser o hacer, el tejido de este siempre va a tener algún resquicio por donde colarse

Ya sabéis, con paciencia ¡todo es posible!