Hola a todos,
Si habéis estado curioseando el blogg y habéis leido mi entrada en la que describo la ciudad universitaria que me encontré en Múnich, ya sabéis que este verano hice un viaje allí. Estuve cerca de un mes allí y otra de las cosas que me dio tiempo a ver fue el Museo BMW.
Como bien sabéis, la marca BMW es uno de los grandes símbolos de la ingeniería alemana, y como no podia ser de otra forma, en Múnich, la capital de Baviera, tienen un icono del potencial de la marca. Si nos situamos en el Norte de la ciudad, podemos ver el gran despliegue de instalaciones existente, así como 3 edificios destinados a concesionario, museo y oficinas, de un gran valor arquitectónico. La verdad que los tres edificios son una pasada tanto por su geometría como por los espacios que crea dentro de ellos.
Cuando visité el museo, que principalmente está dedicado a una gran exposición de todos los tipos de vehículos fabricados por la marca a lo largo de su historia (desde las motocicletas utilizadas por los servicios sanitarios alemanes hace varias décadas, hasta los modelos mas actuales), pero ese día tuve la suerte de que además de todo eso, había una exposición temporal en la cual se exponían vehículos que habían sido pintados por artistas de la talla de Andy Warhol o Alexander Calder entre otros.
Además de ver los vehículos (que ya era bastante impresionante) me gustó mucho que junto a estos se incluían comentarios de los autores y fichas explicativas de su obra pictórica, aquello en lo que se habían inspirado para pintar el vehículo etc.
También podíamos ver las maquetas a escala de los vehículos que habían empleado para componer la obra y en algunos casos un vídeo en el que se mostraban secuencias del proceso de pintado en el que podíamos contemplar las diferentes técnicas que cada uno empleaba a la hora de dar color a los vehículos.
Pienso que el resultado de fusionar ambos mundos: el del motor y el del arte, en este caso ha tenido un resultado magnífico que sitúa a los vehículos en la categoría de autenticas obras de arte sobre ruedas, una forma cara pero eficaz de publicitar a la firma alemana.
Alberto, son espectaculares. Y el edificio también. No soy una gran fan de los automóviles, pero si fuera allí, visitaría el museo. Ya me habían hablado de él. No sé por qué me acabo de acordar, pero eso es como cuando fui a Turín y visité el museo de cine. Genial. Por cierto, la historia del edificio, la Mole, es curiosa.
ResponderEliminar