El efecto Droste, utilizado en
diversos ejemplos de publicidad y manifestaciones artísticas, trata una clase
específica de imagen recursiva, es decir, una imagen infinita. El mecanismo de
este efecto se basa en la repetición de una misma imagen: una imagen incluye
dentro de ella una versión de menor tamaño de sí misma, la que a su vez incluye
en un lugar similar una versión aún más pequeña de sí misma, y así
sucesivamente.
La sucesión de estas
imágenes queda limitada cuando la técnica de impresión ya no es capaz de sacar
una buena resolución y definición de la imagen, por lo que tampoco es una
secuencia de imágenes infinita.
Este efecto adquirió el nombre de
“Droste” cuando una marca holandesa de alimentos, conocida por este nombre,
empezó a usar la técnica de la imagen recursiva sobre sus envases de cacao en
polvo. Muestra a una enfermera/niñera que lleva una bandeja con una taza de chocolate
caliente junto a la caja de cacao Droste, en este envase aparece representado
lo mismo y así sucesivamente. El efecto Droste no es algo actual ya que en
algunos libros de la Edad Media ya se utilizaba.
Se ha utilizado este recurso en diversas marcas de productos alimenticios, carátulas de discos musicales y libros, retratos, dibujos animados...
Tanto la marca Royal como el logotipo de 'La vaca que ríe', una marca francesa de lácteos, utilizan este efecto en los envases de sus productos.
La portada del álbum 'Ummagumma' de Pink Floyd también recurre a la imagen recursiva de la que hablamos en el Efecto Droste.
El efecto Droste, con ayuda del "Photoshop" o cualquier otro programa fotográfico, puede conseguir imágenes con una apariencia realmente alucinante. Si sabéis utilizar algún programa de este tipo con soltura, ¡¡os animo a que probéis!!
Pelush, me ha parecido interesantísima tu entrada. Me apunto el término para indagar un poco más. Muy bien. Gracias por compartir.
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