(Parque Nacional de Timanfaya, fotografía del autor)
(Golfo, fotografía del autor)
(Los Hervideros, fotografía del autor)
(Playa de Famara, fotografía del autor)
Lanzarote. Algo distinto. Un paisaje fuera de lo común, entre
desértico y calcinado. Muy diferente a la península, por supuesto, pero también
muy diferente al resto de islas que conforman el archipiélago canario.
Fue este verano pasado cuando visité esta isla y quedé realmente
impresionada tanto por su arquitectura como por sus paisajes, parecía que el
avión había aterrizado en otro mundo. Todos los edificios son blancos y no
tienen más de dos alturas, se agrupan en pequeñas urbanizaciones no muy
cercanas unas de otras…Todo está espaciado, guardando las distancias, se
respira paz y tranquilidad. Los paisajes son maravillosos. Paisajes naturales
formados a partir de las erupciones volcánicas, realmente dignos de ver.
También he de nombrar la importancia del arquitecto, escultor y
decorador César Manrique que con todo su empeño ha reforzado los aspectos más característicos
de esta isla, sacando el mayor partido a la naturaleza para crear paisajes fantásticos
y construyendo espacios de gran belleza, utilizando siempre la armonía y la
ecología.
La elección de estas fotos no es tanto por su calidad, si no por el
recuerdo que ellas me traen ya que actualmente Lanzarote es un lugar muy
importante para mí.
P, me encanta la foto de los camellos! Supongo que te darían una vueltecilla por esas tierras no? :D Tengo ganas de ir allí, así que si surge algún viaje me apunto!!
ResponderEliminarA que es genial? por supuesto que me dieron una vuelta, esas fotos me las he ahorrado...son demasiado cómicas! jaja
ResponderEliminarPues cuando quieras nos vamos para allá, a mi me encantó!
Pues te aseguro que tienen calidad. Me entran ganas de acercarme hasta allí. Muy bien, Pelush.
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